La palabra gel hidroalcohólico entró en nuestras vidas hace casi un año. La mayoría de las personas no habíamos escuchado esa palabra nunca. Otros, por las características de sus trabajos, la tenían en su diccionario, aunque no hablaran nunca de ello. Y otro porcentaje de personas, previsoras y preocupadas por su higiene incluso cuando no podían contar con cuartos de baño o toallitas, ya llevaban consigo una botellita de este líquido transparente.
Pero ahora, desde que las autoridades insisten en la importancia de la limpieza de manos, pocas son las personas que no llevan en el bolso o en algún bolsillo un bote de este gel, sea cual sea su forma de presentación. Y, sobre todo, no hay establecimiento que no cuente con un dispensador en la puerta, así como botellas repartidas por el local. Incluso en la entrada de los aviones, azafatos y azafatos entregan una toallita de gel hidroalcohólico a todos los pasajeros para la desinfección de manos, así como para el asiento y los alrededores.
Por ello, es indispensable saber cómo se aplica de forma correcta este higienizador de manos, ya que es importante para la salud pública y para evitar contagios. Pero, teniendo en cuenta que estas soluciones pueden ser inflamables, tóxicas y muy irritantes, desde stocknet aconsejan que el gel hidroalcohólico que elijamos para desinfectarnos las manos tenga un alto contenido en alcohol. No menos de un 70% de su solución, que además esté reforzado con cloruro de bencil-alquildimetil amonio para garantizar una higiene total de la piel y que el pH sea neutro para proporcionar un efecto rehidratante y nutritivo dejando una vez seco, un tacto suave y sedoso.
Pero, una vez tenemos el gel hidroalcóholico, ¿cómo lo aplicamos correctamente? En primer lugar, es importante que la dosis de producto sea la adecuada, demasiado gel puede lastimar las manos y, si es escaso, disminuye la protección. Así, una vez seleccionada la dosis adecuada -que los expertos recomiendan que sea de tres mililitros-, el siguiente paso es frotarnos las manos y cubrirlas enteras con movimientos envolventes hasta que las sintamos secas, en ese momento la piel ha absorbido todo el producto higienizante. Este proceso debe durar entre 20 y 30 segundos.
Sin embargo, también hay una serie de recomendaciones que deberías tener en cuenta. La primera ley no escrita es evitar aplicarlo en zonas lastimadas o sensibles de la piel y en las mucosas. También es importante esperar unos minutos desde que nos aplicamos el gel hasta que encendemos un cigarro. Otro aspecto a destacar es el de mantener los botes alejados del calor, las chispas, las superficies calientes y, también, debemos recordar que el desinfectante no debería quedar guardado en el interior de los automóviles cuando el clima sea cálido o cuando haga mucho calor. El gel hidroalcohólico, al ser un producto tóxico, deberíamos aplicárnoslo en espacios abiertos y ventilados, en lugar de en espacios interiores como puede ser el habitáculo de un vehículo si las ventanillas están subidas. Y, sobre todo, estos geles desinfectantes deben permanecer fuera del alcance de los niños y bien cerradas cuando no estén en uso.
Tipos de geles hidroalcohólicos
La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps) explica que hay dos tipos de soluciones hidroalcóholicas: las biocidas y los productos cosméticos. En el primer caso, el etiquetado informa, mediante un pictograma fácil de identificar, de que el producto puede ser fácilmente inflamable y peligrosos por su alto contenido en etanol. Hay dos clases de biocidas: bactericidas, que previenen de infecciones bacterianas, y viricidas, que son los más indicados y eficaces para los virus. Este tipo de productos se incluyen en los denominados ‘antisépticos de piel sana’ y pueden contener tres tipos de ingredientes: el ya comentado etanol, que además de bactericida y fungicida, es también viricida; la clorhexidina, que solo posee acción bactericida y, por tanto, no mata los virus; y el cloruro de benzalconio, que tiene una acción viricida poco destacable, aunque algunos geles desinfectantes de manos lo incluyen.
Mientras que en el caso de los productos cosméticos, estos no cuentan con una normativa específica sobre el etanol y, en consecuencia, no tienen la obligación de incluir esta información en el etiquetado.
En todo caso, la elección del producto tiene diferentes variables. Dependiendo de si queremos desinfección o limpieza para nuestras manos, elegiremos entre gel antiséptico o uno higienizante. En función de la textura que prefiramos, existen en formato gel, spray, espuma o solución. Para aquellas personas con la piel muy seca o dañada, se aconseja también que las soluciones tengan emolientes o humectantes, como la glicerina.