Desde que una pareja de novios les comunican a sus amigos la fecha de su boda, siempre hay un par de ellos que no dejan de cavilar cómo van a celebrar la despedida. Y es que, claro, sin despedida de soltero y de soltera, es como si le faltara algo a la boda. Como si no se tirara arroz después de la ceremonia o no hubiera barra libre al terminar el banquete. Pero ¿cómo se organizan las despedidas y qué pasa realmente esa noche?
Visto desde fuera es un día de descontrol. Todos nos hemos encontrado por la calle a grupos de jóvenes con camisetas conmemorativas que dicen “Se casa Pepe” y al lado de ellos un chico semidesnudo con una especie de pañal de bebé cogido con imperdibles y una botella de whisky en la mano.
O un grupo de chicas, vestidas todas igual, con unos cuernos postizos de diablesas en la cabeza, cantando a gritos una canción de moda. Entre ellas, una chica con una banda de miss, en la que se puede leer “Viva la novia”, detiene a todos los hombres que se cruza por la calle para bailar con ellos unos compases al ritmo que cantan sus amigas.
Si te las cruzas, piensas -“que no me paren a mí”.- Puedes incluso llegar a cambiar de acera para no tentarlas. Cuando ya han pasado de largo, respiras hondo y prosigues tu camino. A los participantes se les ven muy contentos, y puede ser que no sea solo por el hecho de haberse reunido.
Si lo piensas en frío, tampoco hay tanto margen para el descontrol. A la fiesta de ellas acuden su madre, su suegra y su cuñada. En la fiesta de ellos, puede pasar lo mismo. Es un freno en seco para determinados comportamientos que se les pueden pasar a los novios por la cabeza.
Aquello puede parecer una fiesta improvisada, guiada por el desenfreno y lo que vaya saliendo. Nada más lejos de la realidad. El evento está planificado al detalle, de lo contrario, no se efectuaría como se celebra.
¿Qué hacen los hombres?
En el blog Respuestas rápidas responden que lo que más hacen los hombres en las despedidas de solteros es beber. Una parte de los invitados a la fiesta, todos hombres, quedan al principio de la tarde. Se trata de los amigos más cercanos y algunos de los familiares más jóvenes, tanto del novio como de la novia. Van todos vestidos de la misma manera, con algún atuendo llamativo. Se encargan de que el novio vaya vestido diferente y sea rápidamente reconocible. Empiezan tomando unas copas por algunos pubs de la ciudad. Todos en pandilla, se van moviendo de un local a otro o de una zona de bares a otra, llamando la atención por donde pasan.
Por lo general se tiene reservada una mesa en un restaurante para cenar. A esta parte de la fiesta se incorpora más gente. Todos se sientan juntos en una mesa alargada. En este tipo de cenas lo menos importante es la comida, la bebida no puede faltar.
Algunas despedidas de soltero reservan plaza en un establecimiento especializado. El local se encarga de todo. A la hora de los postres suelen presentar un show en el que una chica realiza un striptease y un baile subido de tono en el que implica a varios de los invitados. Es el momento álgido, pero no el final.
Después toca seguir con la fiesta. Los invitados en bloque asisten a discotecas y pubs para seguir bebiendo y hablando de los tiempos pasados. En ese proceso se van perdiendo invitados.
Se dan casos de despedidas de solteros que terminan la noche tomando una copa en una barra americana, controlando muy de cerca al novio, si es que aún se mantiene en pie.
- ¡Eh, Pepe! ¡A ver qué es lo que haces, que te vas a casar!
Es probable que el padre, el suegro o el cuñado sigan todavía por ahí.
En algunos casos, las despedidas de soltero se celebran en un algún lugar especial. Un camping, un bar cerrado para la ocasión, etc. Es esta situación se contrata a un camarero en exclusiva y un suministro de bebidas suficiente. La fiesta se costea entre todos, excepto el novio, que está invitado durante toda la noche. Para evitar un gasto excesivo y tenerlo todo bajo control, se recomienda contratar packs en empresas que organizan este tipo de eventos.
¿Qué hacen las chicas?
La dinámica es parecida a las despedidas de soltero. Quizás el dato más llamativo es que ellas suelen acudir en bloque a un “Boys”, un local de striptease masculino. También es cierto que hay despedidas de soltero de hombres que hacen lo propio en salas de striptease femenino. En un artículo publicado en el suplemento de sociedad del periódico El Confidencial algunos hombres strippers cuentan sus experiencias.
El paso por el “Boys” es un momento catártico. Un acto de liberación. Mientras los bailarines hacen su espectáculo, las mujeres gritan sin cesar, saltan al escenario, les arañan las piernas, les gritan obscenidades. Julio, un stripper profesional, dice que las invitadas a una despedida de soltera son muy intensas. Están como desatadas. Señala que las jóvenes gritan mucho, pero son las más mayores las que les enganchan billetes en el tanga mientras baila. Él dice que ha optado por no mirar a las de 20 y 21 años y centrarse en sus madres y tías.
Durante el espectáculo, algunas mujeres pierden el sentido del ridículo. Marshall Newham, un stripper de 28 años, comenta que en una ocasión se subió una chica al escenario sin braguitas que no tenía reparo en enseñarlo todo. Otra noche, salió del público una mujer de 70 años con una cinta métrica dispuesto a medir el cuerpo de los bailarines.
El elemento más presente en la fiesta, al igual que en las despedidas de soltero, es el alcohol. Las invitadas beben mucho. Bruce, un camarero de una sala de Boys, dice que es habitual que haya mujeres que vomiten durante el espectáculo por la ingesta desproporcionada de bebida. Algunas de ellas no están acostumbradas a beber tanto.
Existe mucha leyenda urbana respecto a los “Boys”. Son solo espectáculos eróticos. Ash Edelman, un stripper de 27 años, relata que en una despedida de soltera, en la que le contrataron, celebrada en un camping de autocaravanas, una novia se le acercó con intereses lascivos. La madre de la novia estaba presente. Él la frenó. No le interesaba meterse en líos. Esta es la actitud de la mayoría de estos profesionales.
¿Cómo se organiza?
Una vez sepas las personas que van a acudir a la despedida, organizarla no es tarea fácil. Debes reservar plaza en el restaurante, en la sala de fiestas y negociar con la discoteca un descuento por grupo. Los organizadores de Hot Despedidas comentan que la clave es tenerlo todo preparado para que los asistentes disfruten durante toda la noche.
Una despedida de soltero o soltera sencilla incluye una cena junto a otros grupos similares en un restaurante céntrico, animación humorística durante la cena, una pulsera para obtener descuento en los locales de moda y una entrada con precio especial en las consumiciones en una discoteca. Un pase privado de striptease o de Boy supone un suplemento.
Hay grupos que prefieren una fiesta más especial. Se puede alquilar un yate tripulado para realizar la despedida. Aparte del alquilar la embarcación, hay que prever un catering para dar de comer y beber a los invitados, un DJ que ponga música, animación y juegos para amenizar la fiesta y un fotógrafo para inmortalizarla.
Hay quien prefiere desplazarse para celebrar la despedida en un lugar especial. Ibiza es uno de los destinos preferidos para ello. En este caso se debe prever el vuelo y el alojamiento, al menos durante una noche. Ya que te desplazas a la isla, el grupo intentará disfrutar de las atracciones que les ofrece. Además de reservar la cena, es interesante probar las motos acuáticas, visitar Formentera, conocer los Chill out de la playa y entrar a las principales discotecas. En estos casos, es fundamental negociar descuentos por grupos en todas las actividades, para evitar que la fiesta salga por un ojo de la cara. Delegar la organización en una agencia es una buena idea para evitar imprevistos.
Una de las opciones elegidas por los grupos de amigos es reservar un establecimiento de ocio al completo para celebrar la despedida. Puede ser desde un simple bar, hasta un camping o una zona de ocio con piscina. Toda la fiesta se celebrará en las instalaciones. Es necesario, para ello, contratar un servicio de catering, un equipo de camareros, un DJ y un programa de espectáculos y animaciones acorde con el acontecimiento.
Las despedidas de soltero y soltera es una de esas tradiciones inmemoriales que no se pierden con el tiempo. No queremos renunciar a ella. Celebrar una fiesta, de esas que no olvidan en la vida, requiere una buena organización. Para que todo salga rodado, e incluso nos resulte más económico, una buena opción es encomendar la organización a profesionales.