Nadie está exento de librarse de una multa de tránsito, ni si quiera los conductores más expertos y cuidadosos. Cuando nos vemos envueltos en este tipo de incidentes, todos solemos preguntarnos qué hacer: ¿intentarnos librar de la multa? ¿recurrir? ¿pagarla cuanto antes para aprovechar algún descuento?
Sigue leyendo, que hemos consultado con el equipo de abogados profesionales y expertos en leyes de tráfico de Gestión Integral Toledano todo lo que debes saber y los pasos que debes seguir en esta situación.
El primer reto es identificar al infractor
Para emitir una multa, el funcionario debe conocer la identidad de a quien va a ir dirigida. Así, esto se dificulta cuando el conductor no se detiene tras la falta, si el coche no está en manos del propietario en el momento de haber incurrido en la infracción y cuando hay que investigar quien es la persona que figura como dueño del vehículo, ya que es esta quien recibirá la citación en su domicilio.
De hecho, si quien la recibe no es el titular de la misma, deberá informar al sancionador, ya que de lo contrario estaría contrayendo la responsabilidad de la misma.
Conoce los descuentos por pagar pronto
Si se admite la infracción, se renuncia al recurso y se abona la multa. Sin embargo, en estos casos contamos con el beneficio tener un descuento de 50% sobre el importe de la misma por abonarla en un plazo corto de tiempo.
Te recomendamos aprovechar este beneficio si el monto no es demasiado elevado y puedes abonar en los días próximos a haber recibido la multa. Y es que, si la multa se trata de 100 euros en su totalidad, sale mejor abonar 50 de forma inmediata, ahorrarte la mitad y un trámite mucho más largo y costoso.
Revisa si has perdido algún punto
Tienes que revisar si tu multa conlleva la pérdida de puntos de tu carnet, ya que en este supuesto, el proceso es diferente. En este caso, no podrás gozar de los descuentos que hablamos en el punto anterior.
Notificaciones
La única forma de que una multa prescriba es que se supere el plazo de notificación, los cuales suelen variar dependiendo del tipo de infracción. Para las infracciones leves, el plazo suele ser de tres meses, mientras que para las más graves, pueden llegar a los 6 meses o más.
En este sentido es bueno que sepas el periodo de prescripción de tu notificación, porque en caso de querer optar por un recurso deberás hacerlo dentro de dicho periodo, y luego, tendrás que esperar por lo menos unos 4 meses para que la autoridad sancionadora se pronuncie al respecto.
La opción de recurrir
Para aquellos que se preguntan cuando optar por la opción del recurso, este suele ser el procedimiento para aquellas multas que no están justificadas.
En estos casos, el sancionado tiene todo su derecho de recurrirla, para lo cual tendrás veinte días naturales desde la recepción de la misma. El siguiente paso es aliarse con un profesional en materia que te asesore durante todo el trámite, como en el caso de un abogado con experiencia en el sector o con alguna empresa aseguradora que ofrezca servicios de intervención jurídica . De lo contrario, muchas veces se rechaza el recurso por ser genérico, poco preciso, tener defectos de forma o no cumplir con los requisitos para llegar hasta el final del proceso.
Aporte de pruebas
Llegados a este punto, las autoridades deberán proporcionar las pruebas de la infracción cometida. Estas pueden ser de dos tipos:
- Las pruebas documentales, como son las imágenes o certificados que puedan acreditar, por ejemplo, un exceso de velocidad, un salto de semáforo o una prueba de alcoholemia que ha resultado positiva.
- Las pruebas testificales, que incluyen declaraciones de testigos. Aquí, cabe acotar que cuando se trata del testimonio de un oficial, cuenta con presunción de veracidad, es decir que su palabra se considera verdad absoluta y tiene prioridad.
En este paso del proceso, el sancionado también tendrá la oportunidad de presentar cualquiera de los dos tipos de prueba o las que crea necesarias para demostrar su inocencia. Lo malo es que no suele suceder que los sancionados cuenten con dichas pruebas a su favor.
Continuar con el recurso
Aunque hayamos tenido que abonar la multa, aún tenemos una nueva oportunidad de apelar a un nuevo recurso, siempre que se demuestre que la Administración ha vulnerado la ley.
Si es verdad que esto es menos común, pero si hay muchos casos en los que los sancionados han logrado demostrar en este paso del proceso que fueron víctimas de una comprobación con dispositivos o instrumentos de medida defectuosos, como errores en los radares o equipos no homologados, o incluso irregularidades en la transmisión de la información contenida en su expediente.
De ser el caso, se suele reabrir el expediente para darle una nueva oportunidad al sancionado de probar su inocencia. Aunque, cabe acotar que es un proceso mucho más largo y complicado, sobre todo para los particulares.
Ir a juicio
Cuando al conductor ya no le quedan más recursos, todavía existe una última vía para apelar la multa, y es la opción de la vía judicial. Solo que, hay que tomar en cuenta, que no mucha gente llega tan lejos por lo complicado que suele ser el proceso y lo mucho que puede extenderse el mismo.
Sin embargo, si el conductor quiere tomar esta vía, hoy en día cuenta con la ayuda de que las personas físicas están exentas del pago de las tasas judiciales, lo que reduce considerablemente la inversión en el procedimiento.
Algunas formas legales de librarte de una multa
No, esta sección no se trata de ayudarte a salirte con la tuya y hacer la vista gorda a una sanción que te corresponde y que por ley debes asumir. Se trata de informarte a cerca de aquellas situaciones en las que, por errores en la recolección de las pruebas o la emisión y envío de la multa, la situación se voltea a tu favor. Esto puede suceder porque:
- La foto que te hicieron no vale
Cuando quieres introducir un recurso en relación a una multa que has recibido y que no crees que te corresponde, el primer paso siempre es redactar un escrito negando las acusaciones en tu contra, y luego dirigirlo a la entidad correspondiente. Si te han multado en carretera, deberás dirigirlo a la DGT, el Servei Catalá de Transit en Cataluña o Trafikoa en el País Vasco.
En este escrito, deberás solicitar las pruebas en tu contra. Por ejemplo, si se trata de una multa por haber excedido el límite de velocidad, la prueba más importante suele ser la fotografía del momento de la infracción.
En dicha fotografía deberá aparecer tu coche, con su matrícula perfectamente legible, además del día y la hora del incidente. Entonces, suele pasar que muchas veces, los radares, por diferentes razones, comenten errores en la toma de la información. Por ejemplo, la placa puede estar borrosa, o el día y la hora podrían ser incorrectas o incluso, no aparecer la velocidad a la que ibas manejando y que se supone superaba los límites impuestos para la zona.
Otro tip muy útil, pero esta vez en el caos de haber sido multado por saltarte un semáforo, debes prestar atención a que en la foto el semáforo aparezca en luz roja, si más bien solo sale ámbar, puedes usarlo como una herramienta a tu favor para recurrir.
- El dispositivo que te registró no era del todo fiable
Los radares y las cámaras de foto-rojo de los semáforos deben tener su correspondiente certificado de homologación, el cual deberás solicitar para comprobar que cumple con todos los requisitos legales establecidos para este tipo de aparatos de medición.
En este sentido también podemos mencionar a los utilizados para la medición de los niveles de alcohol en los conductores, de los cuales debes pedir no solo los certificados correspondientes si no el ticket emitido después de haberte realizado la prueba con el alcoholímetro de forma que puedas revisar los resultados del análisis por el que te están denunciando. Y es que algunas veces suele haber incongruencias entre las cifras arrojadas por el análisis y las escritas en el reporte de la infracción, y justo es de estas diferencias de las que te puedes apoyar para apelar a tu favor.
- La administración no cumple con los plazos
Ya te hablamos de los plazos de notificación y su importancia, en el que te explicamos que la administración tiene un plazo de tres meses para notificar las distintas fases del procedimiento, el cual se amplia hasta seis meses cuando se trata de faltas graves. Igual que en tu caso, tienes veinte días hábiles para comenzar cualquier recurso en relación a tu multa.
Así, cuando se pasa de este periodo de tiempo, la notificación prescribe. Incluso, la multa caducará si llega a transcurrir más de un año entre la fecha de la infracción y el momento en el que el sancionador de inicio al procedimiento.