Para practicar yoga no es necesario ser flexible ni deportista. Muchas personas deciden practicar esta disciplina para evitar el estrés y mantener buena forma. Esta disciplina combina el ejercicio físico con técnicas de respiración y meditación. Algunos yoguis prefieren el yoga pasivo y otros el yoga activo. Desde la revista Wowan Madame Figaro explican que «el yoga es una disciplina milenaria que nació en la India hace más de 4.000 mil años y que se ha popularizado de tal manera que hoy en día se cuentan por millones los ‘yoguis’ que aseguran que esta disciplina les ha cambiado por completo la vida».

El yoga prenatal es una modalidad del yoga destinada para mujeres embarazadas. Esta práctica tiene numerosos beneficios porque las posturas de yoga van a aumentar la flexibilidad de la embarazada, incrementar la oxigenación y mejorar la circulación de la sangre, reduciendo el riesgo de formación de varices. Durante el embarazo es aconsejable realizar este deporte para evitar la aparición de lumbalgias, la incontinencia urinaria y un incremento de peso.

Los expertos recomiendan este deporte durante el embarazo porque favorece el correcto posicionamiento del bebé, prepara el suelo pélvico, mantiene la movilidad articular, mejora la autoestima, mejora la función inmunológica, disminuye las náuseas, etc. Este deporte no supone ningún riesgo si se hace adecuadamente, pero hay que practicarlo con un profesor cualificado para impartir clases de yoga prenatal. Las asanas o posturas de yoga que las embarazadas pueden realizar son numerosas pero varían en función de el estado del embarazo. Siempre que sean practicadas correctamente son seguras para la madre y el feto.

El instructor resolverá todas las dudas y explicará las posturas que pueden resultar beneficiosas. Los expertos explican que las embarazadas deben evitar aquellas posturas en las que hay presión sobre el abdomen. Es importante que la gestante esté cómoda, por lo puede usar una esterilla de caucho para evitar molestias en las rodillas. Es aconsejable que lleve unos leggins y una camiseta que no le oprima.

Posturas de yoga durante el embarazo

Los expertos en clases de yoga prenatal del centro Ceiba yoga integración nos explican las posturas de yoga más aconsejadas en función del trimestre de embarazo.

Primer trimestre

El primer trimestre de gestación abarca desde la semana 1 a la 13 semana de embarazo. Las posturas de yoga en el primer trimestre de embarazo deben ser sencillas y relajadas porque en esta etapa aparecen los cambios hormonales y las náuseas. Lo mejor es que la futura mamá opté por la postura del sastre sentado o “Baddhakonasana”, ya que refuerza el suelo pélvico. Otras posturas de yoga aconsejadas para embarazadas durante el primer trimestre son la del molinillo o la de la paloma.

Segundo trimestre

La embarazada estará en el segundo trimestre de embarazo desde la semana 14 hasta la semana 28. En este periodo se pueden utilizar sillas o pelotas para realizar algunos ejercicios. Entre las posturas de yoga más aconsejadas se encuentran la postura del gato o los movimientos circulares de la zona pélvica. Estas asanas son idóneas para aliviar la tensión de la parte baja de la espalda que se ve sobrecargada por el peso.

Tercer trimestre

A partir de la semana 28 de embarazo la futura mamá debe realizar posturas que van dirigidas a preparar el momento del parto como, por ejemplo, las posturas de las diosas o la del guerrero. Estas asanas favorecen la apertura de las caderas y disminuyen la intensidad de las contracciones.

Ventajas de practicar yoga en el embarazo

La práctica de asanas junto con el control de la respiración ayuda a aliviar las molestias ocasionadas durante el embarazo. Los principales beneficios de practicar yoga durante el embarazo son los siguientes:

–Ayuda a reducir el estrés: el yoga ayuda a relajar a la embarazada suavizando los momentos de estrés o ansiedad que puedan surgir durante este periodo.

–Mejora la elasticidad: la futura mamá puede mejorar la elasticidad de la zona uterina, por lo que esta disciplina ayuda a aliviar las contracciones y a facilitar el paso del bebé a la hora del parto.

–Tonifica los músculos: las asanas ayudan a tonificar los músculos, por lo que la futura mamá puede mantenerse en forma con este deporte. Además, favorece la quema de calorías y evita que la embarazada acumule grasa en los tejidos del cuerpo.

Ya sabemos los beneficios del yoga prenatal y en qué consiste. Es una disciplina que está de moda y no supone ningún riesgo, pero es importante que la embarazada opté por las asanas adecuadas y las que pueden resultar beneficiosas.