Cuando pasamos mala noche porque nos despertamos varias veces, pasamos luego un día horrible y descontrolado. La fatiga o el cansancio pueden pasarnos factura durante el día e impedirnos realizar nuestras tareas cotidianas de la forma habitual. La importancia de un buen descanso y dormir durante al menos ocho horas, es algo que todos tenemos presente.
El día a día ya presenta de por si numerosas dificultades para sentir episodios de estrés continuamente. Esa misma tensión acumulada puede impedir el buen descanso por la noche. Muchos factores son los que pueden influir en que nuestro tiempo de sueño no sea de la calidad óptima para procurar que ese descanso tan necesario se produzca.
De todos esos factores, hay uno que tiene una especial relevancia: la apnea del sueño. Dentro de este tipo de trastorno, podemos encontrar la apnea central del sueño, el síndrome de apnea compleja y la AOS o más comúnmente conocida, Apena Obstructiva del Sueño. Este trastorno del sueño, puede incluso conducir a la muerte.
¿Realmente es tan grave?
Sencillamente, sí. Es una enfermedad que puede revestir una enorme gravedad en el paciente que la padece. Cuando se tiene apnea, el cuerpo sufre varias paradas respiratorias a lo largo de la noche. La respiración se detiene y arranca de forma periódica sin que la persona sea consciente de que este hecho sucede.
Los síntomas de la AOS y la apnea central del sueño coinciden tanto que es muchos pacientes, es bastante complicado establecer el tipo de apnea que se sufre. Dentro de la variedad de sintomatología que puede presentar una persona que padece apnea del sueño podemos encontrar:
- Ronquidos fuertes
- Episodios en los que dejas de respirar
- Jadeos durante el sueño
- Despertarse con la boca seca
- Dolor de cabeza por la mañana
- Insomnio
- Sensación de sueño excesiva durante el día (hipersomnia).
- Dificultad para prestar atención
- Irritabilidad
Los ronquidos fuertes pueden ser un síntoma claro de apnea, pero no todos los que la padecen roncan ni todos los que roncan, la sufren. Pero hay que estar atentos al conjunto de síntomas para acudir a un especialista y que nos confirme que padecemos este tipo de trastorno que, generalmente, padecen mayormente los hombres.
Cómo se diagnostica la apnea
Para que el médico pueda llevar a cabo un diagnóstico correcto, a parte de la anamnesis en la que se recopilarán todos los datos necesarios, la unidad de trastornos del sueño puede llevar a cabo dos tipos de prueba:
- Polisomnografía nocturna: se lleva a cabo en el hospital y consiste en la toma de datos del paciente durante el sueño. Durante el sueño, el paciente estará conectado a un equipo que analizará toda la actividad del cerebro, el corazón y los pulmones. Así mismo, controlará la respiración, los patrones de movimiento de las extremidades y los niveles de oxígeno.
- Prueba del sueño en casa: se trata de una versión simplificada de la Polisomnografía en la que el médico indicará como medir la frecuencia cardiaca, los niveles de oxígeno, los patrones de respiración y el flujo de aire con un equipo portátil.
Si los datos determinan que existe apnea del sueño, será un otorrinolaringólogo el que tratará la AOS o un cardiólogo o neurólogo si se trata de apnea central.
Tratamientos posibles
Aunque a nadie le guste padecer ninguna enfermedad y menos aún como esta, que puede ser verdaderamente grave, lo positivo es que existen numerosas terapias. Todas ellas, enfocadas a procurar un buen descanso. Como nos indican los profesionales de Tot Dental, los tratamientos pueden ir desde la cirugía, hasta la simple utilización de un aparato dental formado por dos férulas.
Si la apnea es leve, el tratamiento puede ser tan sencillo como tomar unos hábitos de vida más saludables. Para casos que revistan más gravedad, la utilización de dispositivos médicos diseñados para evitar las tan temidas faltas de aire es lo más habitual.
El uso de la máquina que proporciona una presión positiva continua de las vías respiratorias es el método más seguro y eficaz para solucionar el problema. Si bien, resulta a veces incómodo y engorroso, previene la apnea y los ronquidos.
Los aparatos dentales diseñados para prevenir la apnea, son más fáciles de usar y menos molestos por lo que su uso está siendo más aceptado. Hay que señalar que es eficaz en casos más leves de apnea y que una vez el aparato está ajustado hay que hacer revisiones periódicas.
Otros tratamientos están encaminados a las posibles causas de la apnea, como puedan ser problemas cardiacos o neuromusculares.
La administración de oxígeno en los casos de apnea central suele ser muy beneficiosa.
Por último, el más novedoso de los tratamientos, consiste en un dispositivo que memoriza el patrón de respiración del paciente y durante el descanso, la maquina utiliza esos datos para adaptar la presión y evitar la apnea. La servoventilación adaptativa como se conoce a este tratamiento, es la más eficaz para tratar la apena compleja del sueño.
En cuanto a las opciones quirúrgicas, existen también varias opciones. Desde la extirpación de tejido o reducción del mismo, hasta la traqueotomía. Pasando por la reubicación del hueso maxilofacial, los implantes y la estimulación nerviosa.
Qué causa la apnea del sueño
La AOS se produce cuando los músculos de la parte posterior de la garganta se relajan produciendo con ello que las vías se estrechen u obstruyan. Al no recibir suficiente aire, baja el oxígeno en sangre y el cerebro alerta de ello al organismo despertándote para que respires. El patrón puede repetirse más de treinta veces cada hora, lo que no permite a la persona alcanzan un nivel de sueño profundo.
En la apnea central del sueño, lo que ocurre es que el propio cerebro dejar de trasmitir las señales a los músculos de la respiración. Durante esos breves periodos el paciente no es capaz de respirar y se despierta con dificultades.
Los factores de riesgo para una u otra patología son diferentes. En cuanto a la AOS, se consideran factores de riesgo el sobrepeso, la circunferencia del cuello, las vías respiratorias estrechas, el sexo, la edad, los antecedentes familiares, el consumo de alcohol o medicamentos, el tabaquismo, la congestión nasal u otro tipo de afecciones médicas como los trastornos hormonales o la enfermedad de Parkinson entre otros.
Para la apnea central del sueño la lista es más pequeña pero no menos importante: la edad, el sexo, los problemas cardiacos, el uso de narcóticos o los accidentes cerebrovasculares.
Teniendo en cuenta todo esto, si sientes fatiga, que no descansas de forma adecuada y estás más irritable de lo habitual, no dudes en visitar al médico para descartar que padezcas este trastorno del sueño. Las complicaciones pueden ser nefastas y desembocar, además, en otro tipo de patologías como la diabetes tipo dos o problemas hepáticos.
Puesto que se trata de un trastorno del sueño, lo más probable, es que la persona que lo sufre no se de cuenta por sí misma de lo que sucede mientras duerme. Por esa razón, es de vital importancia que los convivientes, estén atentos a las pautas de sueño de una persona, cuando esta se aqueje de sufrir dolor de cabeza, fatiga o alguno de los síntomas que pueden indicar la presencia de apnea.
La apnea del sueño es bastante común y suele presentarse en varones con mucha mayor frecuencia que en mujeres, lo que no quiere decir que una mujer no pueda sufrir alguna de las apneas descritas. Pero es una realidad que en varones de a partir de cuarenta años y con ciertos hábitos de vida, las probabilidades aumentan.